Septiembre 2024

Con la primera edición de la revista AGROMUNDO, la Voz de la Confederación Nacional de Propietarios Rurales que hoy se presenta, nuestra Organización inicia una etapa de mayor integración y comunicación con los amplios y extensos grupos de propietarios rurales a todo lo largo y lo ancho del país.

A través de los años y desde su origen, el 5 de febrero 1946 la Confederación Nacional de la Pequeña Propiedad Agrícola (CNPP) ha acompañado a los pequeños propietarios rurales mexicanos en su lucha por defender y mantener a la propiedad privada, reconociéndola como pilar de la capacidad productiva del agro mexicano.

La promulgación de la Ley Agraria el 26 de febrero de 1992 propicia que la CNPP se transforme en la Confederación Nacional de Propietarios Rurales (CNPR), llevando a cabo una profunda reorientación estatutaria para fortalecer su integración y ampliar su acción gremial.

A la luz de la firma del primer Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá, se generaron condiciones imperantes de competencia para el sector agroalimentario por la apertura comercial, intensificando la relación institucional del Gobierno Federal con las organizaciones de productores en el ánimo de permitir la expansión consistente de los niveles de producción y productividad agropecuaria y agroindustrial de México.

Hoy, se hace evidente la necesidad de fortalecer la comunicación entre los propietarios rurales del país, primera fuerza productiva agropecuaria nacional. La interlocución entre nosotros rendirá frutos en la unidad y posibilidad de trabajar aprovechando nuestras fortalezas individuales y el ánimo y empuje de cada uno de nosotros. Así, AGROMUNDO, LA VOZ DE LA CNPR se presenta como el instrumento de difusión y comunicación con y para nuestros agremiados, esperando representar un medio de información para todos aquellos involucrados en la producción primaria y agroindustrial y, en especial, para los estudiosos del acontecer nacional e internacional en la materia.

AGROMUNDO será un instrumento interactivo con nuestro gremio a través del cual se darán a conocer noticias, temas y hechos relevantes de eventos y cambios significativos sectoriales nacionales e internacionales.

Hoy, nuestra Organización y todos los productores primarios del país atravesamos grandes retos. La actividad productiva en el sector primario siempre ha sido significativamente compleja, pero la situación a la que ahora nos enfrentamos los productores agropecuarios del país impone hacer uso de los conocimientos y las tecnologías disponibles a nivel mundial para intentar hacer frente a una realidad difícil y transformar los problemas en innegables oportunidades.

Las circunstancias derivadas del cambio climático, la agroecología, las distorsiones del mercado en cuanto a demanda agregada, calidad y precios, el financiamiento adaptable a las necesidades de la agroproducción y la seguridad en el campo, son los elementos torales que hoy afectan de manera indiscutible la posibilidad de seguir creciendo. Las políticas públicas que se definan para determinar las estrategias de solución para estos retos, son las que permitirán que México siga posicionándose como una potencia agrícola y ganadera de gran importancia y como proveedora de alimentos en el ámbito internacional.

Resulta de gran importancia continuar aumentando la capacidad productiva de todas las tierras arables del país. El potencial productivo de México debe optimizar sus capacidades de generación de riqueza y debe ser considerado a partir de ahora como prioritario, definiendo a la suficiencia alimentaria como un asunto de seguridad nacional. El reto de ampliar nuestras capacidades como sector, obliga a atender no sólo la restauración de la viabilidad productiva de la tierra arable, sino la recuperación de sus fuentes hídricas, la redefinición de las disponibilidades de agua, su distribución eficiente y equitativa y la regulación necesaria para contar con insumos no tóxicos que permitan asegurar los niveles de producción y productividad que garanticen un margen de utilidad razonable para el productor, manteniendo los parámetros que garanticen la salud de los seres humanos.

Así, estos aspectos y muchos más, serán temas que necesariamente deberán ser explorados y discutidos en este medio de difusión de ideas, experiencias y conocimientos de los propietarios y productores rurales del país.

Hemos llegado a la definición de las secciones para -en cada número- presentar una entrevista significativa de aquellos personajes que han destacado en el devenir del país, la ciencia, la academia y en su quehacer profesional sectorial. Especial atención se dará a la información en materia de innovación y tecnología, en las circunstancias que enfrentan los productores ante el cambio climático y el reto para lograr procesos productivos sostenibles, que van más allá de simplemente proteger el ambiente y el uso de los recursos, tomando en cuenta resultados sociales y productivos requeridos.

Nuestra revista hará difusión a los casos de éxito alcanzados por nuestros agremiados a lo largo de las cadenas productivas y de sus logros en las regiones. En especial, daremos relevancia a la organización, acción e involucramiento de los jóvenes en las iniciativas organizativas gremiales y propias para innovar y mejorar las condiciones y resultados productivos sectoriales.

La CNPR ha asumido que la sostenibilidad económica y social que involucra al desarrollo sustentable, debe converger en nuevos procesos productivos más eficientes y de beneficio para los productores. Principalmente, reconocemos que el Estado mexicano debe estar presente en materia de innovación, transferencia tecnológica, protección del agua y el suelo, equilibrio en los mercados y en la construcción y mantenimiento de los bienes y servicios públicos para garantizar que, la soberanía y suficiencia alimentaria está asegurada para las nuevas generaciones.

Para tales propósitos, las nuevas autoridades federales y estatales, como siempre, contarán con la participación y el apoyo de la Confederación Nacional de Propietarios Rurales, A.C. como organización y con sus agremiados.•

Rosario Enríquez Morán

Presidenta de la CNPR

Ing. Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano

El equipo de la CNPR tuvo la oportunidad de entrevistar al Ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano para conocer su opinión acerca de la situación actual del campo mexicano y sus productores, así como preguntarle cuáles serían las acciones que él considera necesarias para atender los problemas urgentes que afronta.

En primer lugar, hace falta una reconstitución institucional. Esto quiere decir: recuperar la banca de fomento, la banca agrícola. Es importante recuperar todo lo que es asistencia técnica, el extensionismo seguramente habría que organizarlo en función de las condiciones actuales, tanto del campo como de los propios productores y de las distintas regiones. Darle mucho más apoyo a la investigación.

Pensaría que, habría que tener lo que hubo antes, los tres institutos: el de investigaciones agrícolas, pecuarias y forestales. Cada una, por su lado, para que de manera independiente, reciban de la institución correspondiente una atención prioritaria.

Creo que esto sería parte de lo que habría que pensar y, desde luego, tiene que haber tecnificación, desde manejo de suelos para evitar erosión en las distintas cuencas, principalmente en las partes altas de las cuencas, para la retención de agua, que permitiría también una serie de cultivos frutícolas, forestales, maguey, nopal, según las regiones y los distintos productos, porque cada uno requiere su tratamiento particular. No es lo mismo una huerta de coco que una parcela de maíz. Hay que también tratar de recuperar las experiencias que vienen de muy atrás y han resultado efectivas como la milpa integral con maíz, frijol, calabaza y chile que es central a nuestra cultura.

No he seguido lo que ha pasado en el sector agrícola en el sentido amplio, pero veo que la situación no va a cambiar mientras no haya créditos, ni una política del Estado que busque integrar los cultivos, la explotación primaria en la industria, ni se impulse la integración y la prolongación de cadenas productivas. Tendríamos que ampliar e impulsar la industria de fertilizantes, no necesariamente químicos, ni agroquímicos, sino toda la parte orgánica. Aprovechar todo lo que es la lombriz, los desechos orgánicos, que pueden transformarse en buena parte. Desde luego no son los remedios universales, pero yo creo que, si todo eso se pudiera poner en práctica, estaríamos mejorando nuestras capacidades de producción y de elevar productividades en términos generales. Lo mismo podría decirse sobre ganadería, creo que no ha habido apoyo suficiente para aprovechar lo que es, en lo que es la cría propiamente, todo lo que tiene que ver con la producción de embriones y buscar la cría por los métodos nuevos; no sólo aquello que empezó hace ya varias décadas con la inseminación, sino ir avanzando en mejoramiento genético en términos generales, también para el caso de la leche y cómo lograr mejores beneficios pecuarios.

Las personas que estuvieron en las reuniones a las que asistí, no hicieron ninguna mención específica del crimen organizado. Lo que sí puedo decir es que, con gente conocida en Michoacán, principalmente, tanto en tanto productores de aguacate como limoneros, sí tienen la presencia del crimen organizado, montados ahí hace algunos años, en la zona de Apatzingán y Buenavista. Los delincuentes habían establecido que no se podía cortar limón en determinados días de la semana y si lo hacían en los días que no estaban autorizados, si veían algún camión que llevara limón para entregar algún empaque, le quitaban el camión, tiraban la fruta o cualquier tropelía de ese tipo. Ahora ya no sucede eso, pero le cobran en el empaque directamente y ya sabe el productor que al producto que entrega le están quitando cierta cantidad por kilo, por caja, o por según se mida la entrega. O también, simplemente llegan con los huerteros y les dicen “tienes tantas hectáreas o tienes tantos árboles, te toca pagar tanto”.

Sin duda alguna esta situación desincentiva, aunado a que se vive en un riesgo permanente. Por el derecho a producir se tendrá que instrumentar una política distinta a la que se ha venido implementando para efectivamente erradicar esa delincuencia. Muy difícil, desde luego. Pero la voluntad es lo primero que tiene que haber y luego resolverlo.

Yo creo que no, pero de alguna manera ayudó a la concentración. Además, lo que establece cuando dice que sólo se pueden agrupar y llegar a máximo 2,500 hectáreas o algo así, no ha habido ningún control. Nadie sabe cuántos agrupamientos de productores hay efectivamente, o el número de hectáreas son de uno solo o muchos. En ese sentido, no ha habido ningún control, ningún seguimiento, por lo tanto, no sabemos si esto está propiciando que haya realmente un latifundio; latifundio que puede ser dañino en términos generales, tanto social como económicamente.

En general, los acaparamientos no son buenos, ni son sanos.

Sin duda esas reformas tendrían que revisarse y en todo caso plantearse en función de cómo es ahora la agricultura. Todo ha cambiado desde que se hizo esa ley. Esto también implica un cambio en la falta de apoyos que se están dando, como los acaparamientos de tierra, de agua, etc. Habría que revisar la reforma en leyes agrarias. Nadie sabe si un productor particular está ocupando tierras de pequeñas propiedades o ejidatarios. No creo que en eso haya absolutamente ningún control, ningún conocimiento al final de cuentas.

Habría que reconstruir, reconsiderar y pensar seriamente en la im portancia de reconstituir los instrumentos, las instituciones de apoyo al campo y evidentemente hay que dedicar presupuesto para eso. Cuando en un gobierno se dice que el campo es prioritario, primero dime de qué dimensión es tu presupuesto. Porque si no hay presupuesto para tecnificar el riego, si no hay presupuesto para revestir canales, si a los productores en los distritos de riego se les entregó diciéndoles “ahí está el distrito y háganle como quieran”, estás cometiendo una falta, las cosas no se resuelven de manera automática. Tendrían que pensarse en una muy alta participación de los propietarios, de los agricultores, pero al mismo tiempo contando con la responsabilidad del gobierno.

El Estado no puede dejar de tener responsabilidad, si no dragamos los drenajes, si no tecnificamos, si no revestimos los canales, el Estado está perdiendo o degradando la calidad de un patrimonio nacional, pues son bienes de la nación al final de cuentas. Esto es, si yo tengo una tierra a la que no atiendo, a la que no manejo bien, al final estoy haciendo que el Estado que me permitió y me dio la oportunidad de tener una parcela, una propiedad, yo la estoy degradando. Por tanto, todo eso es una responsabilidad a la que no puede renunciarse.

Primero habría que pensar en términos generales, que se requeriría una cierta capacitación y luego que hubiese un ingreso razonable, que el migrante tenga un pago suficiente, alojamiento, salud, etc. No es tan sencillo. Podría ser una forma de captar trabajadores para el campo, pero siempre que hubiese incentivos y capacitaciones.

Garantizando que haya los instrumentos que permitan realmente trabajarlo. Esto es, empezando por el crédito y la asistencia. El crédito en este caso es fundamental.

Así es. Es su responsabilidad porque si queremos que produzca una tierra, se debe estar dispuesto a que ésta sea productiva, y si yo como productor puedo dar mi esfuerzo, mi capacidad, pero me falta con qué comprar la semilla, pues ahí ya nos perdimos todos. Entonces, tiene que haber los apoyos institucionales y luego los estímulos para organizarse. Esto es en todo. Hay programas que yo creo que tienen que ser fundamentalmente del gobierno. Por ejemplo, todo lo que serían los programas de combate a la erosión. Es decir, un particular difícilmente puede simplemente hacer surcos en las curvas de nivel y esperar a que se surjan pastos o se siembre pasto, o si hay condiciones naturales, hacer una plantación de frutales o de especies forestales. Por lo menos una primera parte tendría que ser responsabilidad del Estado. Ya después la gente puede cuidar la huerta, puede hacerse responsable de que los árboles crezcan, pero hay partes o etapas en donde no puede obviarse la responsabilidad del Estado y más que en este ejemplo de la erosión. La clave está en el crédito y en las condiciones en las que se otorga. Si ya tengo la parcela para cultivar maíz, trigo o lo que sea, y si no hay crédito, si no hay una comercialización que me garantice que me van a pagar un precio razonable, si por un lado hay un precio de garantía de seis mil, y por otro el empresario que hace harina de maíz, o de trigo, me lo paga a cuatro mil, ahí estamos teniendo un problema.

Seguir insistiendo para que se reconstituyan las instituciones, para que haya precios de garantía, para que surja realmente una política agrícola que vaya desde la producción hasta la comercialización, y comercialización quiere decir interna y, en su caso, productos de exportación. Es decir, crear las condiciones para que haya facilidad, que toda la cadena funcione adecuadamente y en cada paso de ésta vaya dejando beneficios al que se encuentre participando en las partes de la cadena.

Creo que es necesario alentarles y exigir que cumplan lo que dicen que deben hacer. Claro, no le toca al gobierno meterse en las organizaciones, pero las que creo yo que pueden tener éxito son aquellas que realmente están cumpliendo con la finalidad que se propusieron. Y ahí depende mucho de sus propios integrantes. No se trata de que yo gobierno me meta a decirte lo que tienes que hacer. Pero sí, yo diría, en la medida en que cumplan con el compromiso que por sí mismos están contrayendo, pues eso creo que las fortalece. Y lo que habría que pedir al gobierno es que escuche y atienda en lo que a uno y otro le toca.

Seguir insistiendo, es decir, la organización da también más capacidad. Las organizaciones son fundamentales para cualquier cosa, pueden ser exponenciadoras para la acción. Brindan más fuerza, sin duda alguna, para poder cumplir las finalidades que se propongan, por eso hay que fortalecer la organización y cuidar que efectiva-mente se cumpla con el compromiso que moralmente se contrae.

Ing. Carlos Blackaller Ayala

Existen grandes oportunidades de crecimiento para la agroindustria de la caña de azúcar en México: Desde su fundación, la UNC ha desempeñado un papel estratégico en el sector; la agroindustria de la caña en México tiene retos y desafíos, para superarlos las organizaciones son un factor determinante; la diversificación sustentable es el gran reto para el sector.

Uno de los sectores estratégicos en el campo mexicano es la agroindustria de la caña de azúcar, esto derivado de la importancia social y económica que el cultivo y su industrialización significan en las regiones cañeras que se extiende en más de 260 municipios en 15 entidades de nuestro país.

En ese contexto, la Unión Nacional de Cañeros A.C. (UNC), incorporada a la Confederación Nacional de Propietarios Rurales (CNPR), ha jugado un papel relevante desde el momento de su fundación en 1973, cuando un grupo de productores de caña encabezados por el licenciado Jesús González Gortázar, tuvo la iniciativa de organizar a los pequeños propietarios productores de caña.

Precisamente sobre el origen de la UNC, el ingeniero Carlos Blackaller Ayala, presidente de la Unión Nacional de Cañeros A. C., mencionó que “la UNC fue creada con la finalidad de organizar lo que hoy es una de las actividades económicas más importantes en el campo mexicano, además de promover su desarrollo integral y consolidar su presencia en México y en los países demandantes de azúcar de caña y de sus derivados”.

Explicó que la UNC a lo largo del tiempo, ha promovido el desarrollo multifuncional de la agroindustria de la caña de azúcar, para lograr este desarrollo, el organismo realiza las siguientes acciones:

  • Privilegia las figuras asociativas y financieras creando una cultura de organización y financiamiento.
  • Capacita y actualiza constantemente a sus dirigentes y afiliados.
  • Defiende y promueve la seguridad social de los cañeros y sus trabajadores, con el propósito de dignificar y mejorar su nivel de vida.
  • Realiza acciones estratégicas para el desarrollo sostenible del sector.

“No hay que perder de vista que a partir de la caña de azúcar se genera desarrollo y economía, prosperidad que en cada región productora se comparte, generando empleo, cultura y arraigo”, señaló el líder de los productores caña de la UNCCNPR. Mientras que, en el contexto global, México se ubica como el octavo país productor de azúcar y el noveno consumidor.

Una importante faceta que debe considerarse en la producción de caña mexicana son las condiciones heterogéneas que presentan las regiones productoras. El Ing. Blackaller puntualizó que “las condiciones edafoclimáticas, topografía, clima, suelo, precipitación anual, disponibilidad de riego, entre otras, en el cultivo de la caña presentan una gran variabilidad de región a región”.

Aunque se estima que 30% de la superficie con cultivo de caña accede a algún nivel de tecnología de riego, la realidad es que la variable de rendimiento y calidad industrial de la caña de azúcar va directamente ligada a la cantidad de lluvia y su distribución a lo largo del ciclo del cultivo y su cosecha.

Asimismo, la Ley de Desarrollo Sustentable de la Caña de Azúcar, además de establecer las instancias de coordinación y mecanismos que regulan la relación comercial, también conlleva el objetivo de incrementar producción, productividad y rentabilidad. Es evidente que ante tan diversas condiciones cada región enfrenta en mayor o menor grado oportunidades y retos que deben resolverse.

Al realizar un análisis sobre las diferentes situaciones que intervienen en el cultivo, producción y cosecha de la caña de azúcar, la Unión Nacional de Cañeros ha identificado algunas otras que intervienen de forma general, las cuales necesariamente deben considerarse, tanto por los productores en lo individual, como en las políticas públicas destinadas al cultivo:

• Factor Humano: trabajadores del campo; edad promedio de productores; relevo generacional.

• Cambio Climático: patrón de lluvias errático; incremento de temperaturas; mayor incidencia o nuevas plagas y enfermedades, etcétera.

• Acceso al Riego: tecnificación y uso eficiente del agua; inversión y financiamiento; restricciones Conagua.

• Suelo Agrícola: reducción de fertilidad; cobertura y manejo del residuo de cosecha en verde; prácticas agrícolas compactación y erosión; biología y biofertilizantes; uso eficiente de insumos; capacitación de productores y recurso humano.

• Mecanización: equipo de cosecha; maquinaria e implementos eficientes; agricultura de precisión; tecnologías de la información, entre otros.

En México, las últimas cinco zafras han sido afectadas en general por las escasas lluvias y las regiones importantes han padecido más de un período con sequía extrema. Los resultados de las últimas dos zafras dan cuenta de ello.

El panorama para la agroindustria de la caña de azúcar a nivel mundial no pinta mal, al contrario, si bien es cierto que la producción de azúcar no observa un crecimiento real, éste se mantiene en 173.6 millones de toneladas de acuerdo a la Organización Internacional del Azúcar (OIA).

“Pero respecto al consumo mundial, tenemos que durante los años postpandemia, éste promedia un crecimiento de 4 millones de toneladas por año, es decir, el Consumo Mundial se ubica en alrededor de 179.8 millones de toneladas”, informó Blackaller Ayala.

Insistió en que el crecimiento del consumo se impulsa por el aumento de la población y mayor uso de azúcar consumida en productos básicos, además se están realizando inversiones y existen proyectos en marcha en diferentes regiones del mundo que incentivan la producción y refinación de azúcar, sin perder de vista la diversificación de productos, lo cual garantiza viabilidad a largo plazo en la producción de caña y remolacha.

Otra gran oportunidad que tiene el sector, lo estamos viendo en el área de la diversificación de productos y subproductos obtenidos a partir de la caña de azúcar.

De acuerdo con el presidente de la Unión Nacional de Cañeros, la diversificación se ubica en dos áreas principales: 1) la energía de las la cual puede obtener: etanol, biogás, bioenergía y combustible de aviación (SAF), que es una gran oportunidad que vemos como cañeros.

Otra área de diversificación la encontramos en los biomateriales. A partir de estos podemos obtener bioplásticos y síntesis bioquímica, con lo cual también estamos entrando a un aspecto muy importante de nuestros tiempos: transformar a la agroindustria de la caña de azúcar en una actividad totalmente sostenible.

“La energía a partir de celdas de Hidrógeno es otra potencial oportunidad, donde el etanol obtenido de la caña sea la fuente renovable para obtener el Hidrógeno. En este caso podemos poner como ejemplos que empresas fabricantes de automóviles como: Toyota, Hyundai y Honda, ya tienen un modelo de auto comercial que funciona con Hidrógeno”, mencionó Carlos Blackaller.

Una de las grandes oportunidades que tenemos como sector azucarero a nivel global, es participar de lleno en la industria aeronáutica, “la bioturbosina o combustible de aviación sostenible (SAF)”. El Ing. Carlos Blackaller señala que México puede y debe ser parte de ésta. El compromiso de la industria de aviación de reducir emisiones ya se encuentra en marcha y el combustible sostenible tiene un peso importante para alcanzar las metas.

“En tanto, México debe acelerar ritmo. Las estrategias que se implementen y las acciones que realicemos, necesitan tener el foco en una producción sostenible y de costos eficientes. Hay que estar conscientes en algo: En el precio de la caña está el ingreso del productor y en el costo de producción está la utilidad”.

De acuerdo con el presidente de los cañeros de la CNPR, la agroindustria de la caña de azúcar tiene que enfrentar retos y desafíos importantes, no sólo a nivel nacional, sino cada vez más se incluyen en la complicada lista aspectos globales que no pueden dejarse de lado, tal como:

• El financiamiento al campo cañero, oportuno y suficiente.

• La tecnificación del campo cañero (disponibilidad de mano de obra).

• Mejora en las condiciones económica y sociales de la mano de obra para labores agrícolas y de cosecha.

• Ampliación de tierras de riego.

• Envejecimiento del campo cañero.

• Investigación y transferencia de tecnología.

• Diversificación de los productos y subproductos de la caña de azúcar.

Programa para el Campo del gobierno de Claudia Sheinbaum:

República Rural, Justa y Soberana

La virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum, desde su campaña se comprometió con reducir la intervención de intermediarios en la cadena de valor, acercar al sector primario con la industria para que los productores accedan a precios justos y con ello impulsar su rentabilidad. A continuación, mostramos los ejes principales que la presidenta electa propone en un momento crucial para el sector agroalimentario de México.

Es el Eje Rector a partir de: Bienestar, Agua y Producción. Para fortalecer la soberanía alimentaria en el segundo piso de la transformación, se plantean dos objetivos sectoriales que permitan fortalecer la soberanía alimentaria y avanzar en el bienestar de todas las personas relacionadas con el sistema agroalimentario:

Aumentar sosteniblemente la producción agrícola, ganadera, pesquera y acuícola, destinada al mercado nacional.

Acrecentar el superávit comercial agroalimentario, incorporando con mucha fuerza elementos y metas de mayor bienestar y mayor sostenibilidad.

El objetivo de aumentar sosteniblemente la producción nacional de alimentos dependerá de tres iniciativas: a) el programa Producción para el Bienestar, b) una estrategia de innovación y asociativismo para la transición agroecológica de la pequeña agricultura, y c) una estrategia regionalizada e integral de fomento de la producción y de la productividad, con claros criterios de sostenibilidad y bienestar. Se mantendrá la prohibición de producir en México maíz blanco o amarillo transgénico.

El objetivo de acrecentar el superávit comercial agroalimentario se impulsará fortaleciendo la provisión de bienes públicos: sanidad e inocuidad vegetal, animal, acuícola y pesquera; ciencia, tecnología e innovación; información oportuna y de calidad; inspección y vigilancia en las costas y los mares. Además, se impulsará la participación de pequeños productores y de PYMES agroalimentarias en cadenas exportadoras como las de café, cacao, miel, mango, y frutas exóticas, por ejemplo.

CUARTOSCURO.COM

Incremento de la Producción con Sostenibilidad Ambiental, Resiliencia Climática y Bienestar: Habrá tres iniciativas específicas para avanzar en el objetivo de aumentar la producción de alimentos para el consumo nacional, priorizando los productos básicos de la dieta. Con relación a Producción para el Bienestar, se dará continuidad a este programa creado por el presidente López Obrador, con una cobertura de 2 millones de productores de pequeña y mediana escala. Se propone hacer las siguientes intervenciones:

Depurar y mantener actualizado el padrón de productores de Producción para el Bienestar, focalizando los apoyos en productores de alimentos estratégicos cuya producción interna es crucial para la soberanía alimen taria y para la balanza comercial positiva.

• Mantener el subsidio para que los productores inviertan en la compra de semillas de alta calidad o mejorada, bioinsumos, maquinaria, entre otros.

• Dar mayor fuerza al trabajo iniciado con las escuelas de campo, mediante el nuevo programa “Innovación y asociativismo de pequeños productores en transición agroecológica”, que también debería incorporar a los pequeños productores agropecuarios que egresan de Sembrando Vida.

El Programa de Innovación y Asociativismo de Pequeños Productores en Transición Agroecológica, se orienta a incremen tar los ingresos de los pequeños productores campesinos, potenciando su productividad, ren tabilidad, y sostenibilidad de sus milpas y parcelas, mediante la innovación, el asociativismo y la agroecología.

• “México se Alimenta” será una estrategia líder para elevar la producción comercial de alimentos de importancia central para la dieta nacional, dando preferencia a pequeños y medianos productores agrícolas, ganaderos, pesqueros y acuacultores. La estrategia será de carácter integral, porque en cada región y territorio articulará cinco pilares: a) Agua, para aumentar en 50% la superficie de riego tecnificado y conservando y restaurando los suelos para que retengan la humedad. b) Precios y mercados, promoviendo acuerdos directos entre productores y compradores, con instrumentos financieros, recursos y medidas específicas, para dos millones de productores, incluyendo precios de garantía para los campesinos de menor escala. Se promoverán las cadenas cortas, los mercados y cadenas regionales. c) Financiamiento para el campo, la pesca y la acuacultura, atendiendo al menos a un millón y medio de pequeños y medianos productores.

d) Invertir en más y mejor ciencia, tecnología, innovación, sanidad e inocuidad y fortalecer la transición agroecológica. e) Alianza con los productores, como garantes de nuestra soberanía alimentaria.

Propuestas y acciones de gobierno para fortalecer el superávit comercial agroalimentario: a) Impulsar el crecimiento de las exportaciones agropecuarias y agroindustriales (en volumen y valor); b) Mejorar las condiciones de bienestar e inclusión social en la industria agroalimentaria de exportación, específicamente en lo referido a las y los jornaleros agrícolas y pesqueros y los pequeños productores agropecuarios; c) Promover la innovación para la sostenibilidad ambiental y la resiliencia climática del sector agroalimentario exportador, especialmente con relación a la deforestación, la gestión sostenible del agua y el uso responsable de insumos químicos con base en estándares internacionales y en el cumplimiento de la ley.

Se implementará una política de promoción y apoyo al ejercicio de los derechos de las mujeres en el campo, reconociendo la jefatura doble de hogar y el derecho a la prescripción positiva para que las mujeres puedan heredar la tierra. Más de 150 mil mujeres tendrán apoyo para ser reconocidas como titulares de derechos agrarios. Se implementará una política de promoción y apoyo al ejercicio de sus derechos y de la equidad de género al interior del sector social, incluyendo, entre otras medidas: 1) Armonizar la Ley Agraria con el Código Civil a fin de reconocer la jefatura doble de los hogares rurales, así como la responsabilidad compartida en la ad ministración del patrimonio familiar. 2) Reconocer el derecho a la prescripción positiva sobre parcelas ejidales a cargo de mujeres cónyuges o madres de personas ejidatarias o comuneras. 3) Establecer opciones para la sucesión de los derechos parcelarios, y los derechos sobre las tierras de uso común. 4) Establecer la obligación de las asambleas ejidales para definir planes de ordenamiento territorial sobre las tierras de uso común.

5) Se ampliará la cobertura de algunas estrategias embrionarias iniciadas durante el gobierno del presidente López Obrador, pero que aún no tienen la escala necesaria y requieren ser incluidas en un programa presupuestario propio: Mujeres por Acceso a la Tierra (para mujeres viudas cuyos maridos no dejaron lista de sucesión), Jornadas de Atención a Mujeres Agraristas, la Red de Mujeres Agraristas y la capacitación, el acompañamiento y la asistencia técnica a las mujeres agraristas que, con grandes esfuerzos y años de lucha, logran acceder a puestos de liderazgo en los comisariados ejidales o los consejos de vigilancia. 6) Se dará asistencia técnica y capacitación a las mujeres que accedan a los espacios de liderazgo en los núcleos agrarios del país.

En lo que más directamente compete a la política sectorial agroalimentaria, se proponen tres líneas de acción: 1) Programas de apoyo y fomento a la agricultura campesina y de pequeña escala, que incidirá en muchas de las localidades de origen de las personas jornaleras, mejorando los ingresos, la seguridad alimentaria, y el bienestar de esas comunidades. 2) Una estrategia de certificación de trabajo decente en empresas agroalimentarias, al amparo de los acuerdos internacionales firmados por México, con la colaboración de la OIT, la participación de la SADER. El diseño de este programa y del esquema de certificación, debe hacerse con la activa participación de las organizaciones representativas de las personas jornaleras. 3) Integrar una instancia intersectorial de coordinación de políticas y programas STPS, Salud, SADER y otras, que además pueda ser contraparte para el diálogo con las organizaciones interesadas.

Referencia: Claudia Sheinbaum, Proyecto de Nación (20242030), 284307 pp. Obtenido de: https://claudiasheinbaumpardo.mx/proyectodenacionarchivo

Renovación del Comité Directivo Nacional de la Unión Juvenil

La importancia de la participación de los jóvenes en las actividades agropecuarias y rurales es indiscutible para impulsar la productividad y el dinamismo de la economía local y nacional. El dirigente de la Unión Juvenil, Fabricio Cano Martínez, nos comparte sus ideas e iniciativas para rejuvenecer al campo mexicano.

Vengo de una familia dedicada al sector agrícola por más de cuatro generaciones, cosechadora de café particularmente. Tengo especial aprecio, admiración y respeto por mi abuelo paterno, el sr. Héctor Cano Martínez, que a su vez transmitió el legado familiar en materia de la caficultura, a mi padre, Alfredo Cano Martínez, quien se desempeñó como dirigente del sector caficultor de la CNPR. Él actualmente se encuentra discapacitado por esclerosis lateral amiotrófica y ello también me aventuró por conocer de manera más profunda y apasionada el tema del campo. He convivido con ello en mis 25 años de vida. Me enamoré de la agricultura, de los días soleados, de esparcir el café en las planillas, de acompañar a mi abuelo a las fincas, de subirme a las camionetas de tres toneladas junto con los productores y cosechadores de café, por el olor a café tostado. Es algo que recuerdo mucho en mi infancia, y sobre todo porque sabía que era la raíz de donde salía la comida para la familia, que ése era el sostén familiar, que la agricultura y el campo lejos de dar a comer a otros, lo estaba haciendo también en casa. Ahí surge mi amor al campo. También el hecho de incluirme en la CNPR, derivado de la cercanía de mi padre a la organización, y a causa de su cese de actividades como dirigente, es que recibo la invitación por parte de la Mtra. Enríquez Morán, quien amablemente me extiende la invitación y yo con gusto acepté, pues considero que vivimos en una etapa como país y generación —es multifactorial esta situación— que debemos involucrarnos en temas agrícolas, saber más del campo, de la ganadería, de la silvicultura, todos los temas relacionados al medio ambiente, ya que la Agenda 2030, una agenda que nos marca la ONU para el sustento de nuestro planeta, nos señala una serie de acciones en las que insta a tener un planeta más verde y saludable para poder subsistir como especie. Debemos estar conscientes de que la agricultura juega un papel importante en esta situación. México requiere de sustentabilidad y sostenibilidad; es increíble que como nación estemos comprando alimento a otros países cuando tenemos todas las altitudes, regiones, diferentes climas, para poder ser sustentables. Como jóvenes necesitamos unificarnos para buscar el apoyo gubernamental y del sector privado para hacer de nuestros campos un sector más fuerte y viable, al mismo tiempo de que sea redituable económicamente.

Hay muchos factores que juegan a la hora de tomar una decisión pública; hay quienes creen que hacer alianzas con instituciones resolverá las dificultades que aquejan al campo; sin embargo, el problema es creer que un solo eje lo va a cambiar todo. Yo tampoco me siento con los alcances totales para poder unificar cualquier situación, pero sí ver de todo un poco. Hay jóvenes muy valiosos que ya están aportando su experiencia a través de las redes sociales; en estos meses que he emprendido la búsqueda de jóvenes talento, me han transmitido su amor por la agricultura y su trabajo. Son una minoría a diferencia de aquellos que comparten, por ejemplo, estilos de vida, viajes, moda, belleza, industria automotriz, etc., los jóvenes agricultores o agroinfluencers como los bauticé yo, son pocos, pero juegan un papel fundamental y nos identificamos con su espíritu. Porque quienes están en la flor de la juventud pasan demasiado tiempo en el celular consumiendo contenido basura y ellos también son los hijos de los actuales productores. Es decir, quienes creen que el cultivo se acaba hasta la generación anterior a pesar de que uno reconozca su legado. Por eso decidimos entrarle por medio de los celulares a quienes todavía son apáticos, pero quienes ya están haciendo algo al respecto. Justamente hoy me reuní con directivos de escuelas preparatorias rurales para adentrarnos con pláticas y talleres en los principales centros educativos de la región, principalmente agrícolas y rurales, para buscar aquellos jóvenes que han perdido el interés en el campo pero que desde luego podemos hacerles saber que existe una organización juvenil. Les señalaba a los directivos que debemos hablarles de joven a joven, decirles que estamos haciendo presencia, que intentamos buscar y tocar puertas. Uno como productor pasa por los mismos problemas, ya que el hecho de ser líder juvenil de alguna organización agrícola, no nos exime de la falta de agua, de los robos de nuestros cultivos, de la falta de mano de obra; es un tema generalizado la situación que vivimos todos. Es ahí desde donde hacemos la invitación. Sintetizaría que las vías para acercar se a los jóvenes son: las redes sociales, visitarlos directamente, y hacer alianzas para lograr los objetivos.

Además, pensamos crear un podcast para hablar de temas “agrojuveniles”. Ésa será la siguiente ruta que vamos a tomar porque ya los jóvenes que disponen de sus canales de difusión en el tema agro, tienen mucho que aportar, pues muchos de ellos son ingenieros agrónomos muy talentosos; son jóvenes que se están involucrando en temas biotecnológicos, en los agrofertilizantes naturales, ecológicos o amigables con el medio ambiente. Ellos mismos se toman videos estando en el campo, comparten su día a día en el terreno de trabajo y eso es justamente lo innovador, ya que es muy difícil encontrar ese tipo de contenido; es más fácil encontrar un trend de baile que, por ejemplo, cómo reproducir plántula, que es el caso de “AgroBarbie”, quien lleva los esfuerzos en Guanajuato. Ana Paulina Boites es ingeniera agrónoma y también representa esta figura en las redes sociales, además, es productora de plántula de diferentes cultivos. Esta conjugación de talentos, capacidades y esfuerzo, se pueden conglomerar para llamar a más jóvenes. Se encuentran en Instagram y TikTok, en los reels que son los medios de comunicación más rápidos y efectivos. Otro ejemplo es Mr. Limón, de 27 años, veracruzano, de Martínez de la Torre, que también ha hecho su esfuerzo en la región como productor de limón persa. Asimismo, Luis María Cruz Pérez ha sumado grandes logros en el sector, y Adrián Durán, a través de UNO + AGRO está haciendo los foros juveniles agroecológicos y agroindustriales más importantes de México que están aglomerando a todos estos influencers y gente que tiene interés en el sector y, por cierto, forma parte de UNO + AGRO, el cual se fortalece cada vez más y buscamos hacerlo crecer desde la Confederación Juvenil de la CNPR. Por eso hay que tocar las puertas necesarias para que los jóvenes tengan el apoyo y respaldo de los gobiernos en sus respectivas entidades.

Todo recae en el aspecto laboral, en lo poco redituable que les parece el trabajo en el campo para quienes no son propietarios de tierra; lo digo particularmente de jornaleros y campesinos que están en las zonas rurales y pierden el interés en laborar en los campos porque buscan mejorar su nivel de vida al migrar a la ciudad. Pero los dueños de las tierras o patrones tampoco tienen los medios necesarios para ofrecer lo que muchos de ellos quisieran, de darles mejores condiciones. Se necesita una política agrícola furtiva de mejor apoyo en donde la innovación es algo que buscarían los jóvenes en estos tiempos: soñar con un tractor grande, con un sistema de riego, etc., la tecnología que no ha llegado a todos los productores, porque requerimos tecnificación para las tierras, mayor ingreso al sector productivo, apoyo al campo de manera más cercera y tener capacidad de comercialización. Mucho de lo que sucede en nuestras ciudades es que el coyotaje no se controla y la ganancia termina siendo para el intermediario más que para el productor. También se ha perdido el interés debido a los múltiples robos que ha habido; la inseguridad ya alcanzó al sector agrícola. No poder enfrentarlos nos deja de manos atadas; ¡producir para ajenos! Eso desde luego genera un desinterés. En la producción del limón persa, con el estiaje, la compra de metros de manguera, de bombas de agua agrícolas, de solicitar apoyo de los sectores de riego para utilizar los canales de agua para regar nuestros productos, de abonar, fertilizar —con lo que esté húmedo—, y luego llega la etapa de la cosecha, expuestos a rayo de sol, sufriendo inclemencias, es decir, después de todo un peregrinar, me ofrecen por una caja de 28 kilos, $130 pesos. Ésa es la razón de que los jóvenes decidan irse a otros sectores a buscar trabajo; y lo que mantiene en abandono nuestros campos. Sin embargo, alguien debe hacer la tarea, por eso necesitamos buscar a los jóvenes. Es un tema que nos compete a todos porque nos jugamos la vida como país. En la medida de que empiecen a morir nuestros jornaleros, que son personas de edad muy avanzada, nuestro campo necesitará de los jóvenes. ¿Qué va a suceder cuando se nos acabe la mano de obra en el campo? ¿En dónde van a estar los jóvenes? Necesitamos llamarlos, hacer atractivo el campo para que podamos seguir subsistiendo en el sector agroalimentario, de lo contrario sufriremos las consecuencias en los precios, y nos veremos obligados en tener que importar los alimentos, en perder hectáreas de cultivos por el desinterés de las nuevas generaciones.

En México la IA para el común de los productores agrícolas es una utopía. La gran mayoría de los jornaleros, y me atrevo a decir que, de los mismos propietarios, por ejemplo de mi zona, apenas si le entiende bien al WhatsApp. Es ahí donde debemos trabajar con mucha capacitación. Conseguir inversionistas para aliarse con el sistema gubernamental y dar a conocer tecnologías que se implementan en otros países, y que aquí desconocemos. Lo que muchos de nosotros conocemos como la mejor innovación y aspiraríamos a tener, son los drones agrícolas con mapeos tecnificados de los terrenos para que hagan su función de manera automática, es de lo más innovador. También facilita mucho el tema de foliar en laderas que son menos accesibles para el humano; los riegos agrícolas tecnificados son automatizados por tiempos. Pero resulta una utopía para muchos. Luchamos para encontrar quiénes nos apoyen para la mano de obra, por eso debemos transitar a estas tecnologías que son necesarias ante las inclemencias meteorológicas, que nos ayuden a simplificar nuestras tareas, optimizar nuestra agua, aprovechar al máximo nuestros tiempos y energía para poder hacer al campo más sustentable y sostenible, y también más redituable. Pero antes de que eso suceda necesitamos mucha capacitación, información, y del acercamiento de los inversionistas y empresas distribuidoras para que esto se concrete.

Definitivamente habrá una escasez de los insumos agrícolas: fertilizantes, abono y, por supuesto, en los pro ductos mismos. Hablo de lo que conozco y lo vivo a flor de piel, vuelvo al ejemplo del limón persa, los compradores nos están pidiendo tamaño, pero el limón es particularmente agua, a pesar de que se dan cada 15 días en un corte regular, dejamos pasar un mes para que se infle a una miniatura de calibre, aceptable como para que los compradores los puedan adquirir y luego nos terminan dando unos precios raquíticos, entonces, ¿a dónde corremos? ¿Hacia dónde vamos? También me percato de la inminente construcción de presas que está sucediendo en muchos de los predios de mi región y de mi estado, y seguramente en otros lados del país también lo hacen, para captación de agua de lluvia. Si la lluvia no llega pronto, se van a perder más cultivos. Alguien con desconocimiento nos dirá: “vuelve a sembrar”, pero tardaría 3 o 4 años aproximadamente (en limón por lo menos 2 años) para llegar de nuevo a su producción. ¿Qué vamos a hacer en ese lapso? Tendremos que traer de otros países. Habrá una escasez de insumos agrícolas y eso lo veremos reflejado en nuestros bolsillos.

Mucha gente está esperando la lluvia de los cerros más altos, de las laderas más empinadas, en donde no llega una pipa de agua, ni es posible instalar un sistema de riego, controlable o tecnificado, o resulta muy caro que eso suceda. La gente se encomienda al dios que ellos creen para que la lluvia llegue. Ante esta situación, se viene una revolución en cuanto a los sistemas hídricos, y ahí sí creo que van a surgir innovaciones al respecto. Decía un autor, “tiempos fáciles crean tiempos difíciles, pero tiempos difíciles crean hombres fuertes”. Esto también nos va a fortalecer en el sector agrícola siendo más previsivos de lo que pudiera suceder con nuestros cultivos, sin embargo, hay quienes ya tiraron la toalla, personas que han caído en la locura, y que incluso, en reacción de desquicio, han prendido fuego a sus cultivos. Este problema ha dañado la psique de los campesinos.

Para quienes formamos parte o tenemos cerca ejidos, se encuentran, por ejemplo, algunos productores aliándose para hacerle frente a los gastos de las presas de agua que están construyendo en sus predios y así poder compartir el agua que ellos logran almacenar. Se están conformando comités para solicitar agua al gobierno, sin embargo, es algo que se sale de sus manos. Si bien es cierto que hay reservas de agua en zonas más altas, no hay manera de producir agua si no somos conscientes de nuestro consumo, del cuidado de ella y si tampoco estamos haciendo mucho por producirla, es decir, si no estamos creando jornadas de forestación, si no fomentamos jornadas de concientización. El gobierno debe ser más puntual al respecto, pero a lo que concierne a los productores, estamos implementando medidas de este tipo, compartiendo el agua de las presas, haciendo frente en el gasto de las mismas, porque las presas se limpian y eso requiere un gasto por parte de los productores; los productores lo son porque tienen un cultivo y si éste no está dando, entonces ¿de dónde saldrá el dinero para poder hacer las presas? Es una cadena que está viéndose amenazada y que debería ser la agenda del próximo gobierno.

El gobierno ha estado ausente. Por eso buscamos en la CNPR el apoyo, porque la unión hace la fuerza y haciendo ver que somos más los que tenemos ese tipo de necesidades; tocar puertas y que ellos sean receptivos de nuestras necesidades. Estamos hablando de nuestra capacidad alimentaria para subsistir como un país productor agropecuario; el gobierno ha estado ausente en los apoyos, lo saben los caficultores también. Únicamente han recibido 6 mil pesos anuales para sustentar sus campos. ¡Con eso no se hace nada!

Sí, lo primero que quieren es hacer más redituables sus campos, y con dinero no hablo de que sea regalado porque muchos de ellos saben producir, trabajar, y tienen el conocimiento. No buscan que les regalen el dinero, sino que sus productos sean más atractivos. Y lo digo yo también desde mi sector, “ya me metí una madriza [perdón por la expresión] de 4 semanas y ¿me quieres pagar $130 pesos por 28 kilos de limón? ¿Sabes cuántos surcos tuve que recorrer porque mis plantas no están siendo productivas?… Me aventé 5 surcos para juntarte una cubeta y de eso saqué 28 kilos, ¡una reja de limón en 1 hectárea!, en solo ¡una hectárea! Luego, en la compra, me quieren dar $130 pesos por lo que me aventé prácticamente en un día de trabajo y semanas de labor de llevar a mis jornales”. Ése es el dinero que quieren, y que todos queremos: hacer sus campos más productivos con precios más atractivos, con agroquímicos más bajos, jornales más disponibles, mayor mano de obra, precios más accesibles; otro ejemplo de este panorama es cuando se acaba el fertilizante que tenías almacenado y tienes que ir a comprar un litro de Diurón y uno de Ametrina para aplicarlo al cañal, y el costo es de $600 pesos, o sea, para el precio de la tonelada de caña y todas las labores de mantenimiento que se tienen que hacer, la producción no es redituable. Claro que los jóvenes también quieren dinero, somos conscientes de lo necesario que es… yo fui a buscar jornales, y los jóvenes me decían “oye compadre, ¿me quieres invitar a cortar café cuando yo tengo 3 becas?”. Les parece un insulto. Y uno que es el productor, el propietario de la tierra, que es parte de ese sector, con 6 mil pesos anuales de ese apoyo, resulta más redituable no producir que ser productor; he ahí la problemática. ¿Hacia dónde vamos como organización para poderles ofrecer a nuestros agremiados herramientas para que esto sea atractivo? Yo le veo mucho futuro y por esa razón estoy aquí luchando también. Sin embargo, debemos hacernos cargo nosotros que somos conscientes del problema, de generar estas alianzas y hacer que las cosas sucedan.

Sin duda alguna vale mucho la pena seguir escuchando a los pájaros cantar en los árboles frondosos; vale mucho la pena tener agua limpia; apreciar el verdor de los paisajes; los atardeceres nubosos; los pinos grandes de las áreas boscosas de nuestro país; merece la pena que mi hijo y mi hija tengan la oportunidad de conocer la biodiversidad tan grande que tiene Veracruz; creo que lejos del dinero, es más trascendente dejar un mundo habitable.

Nuestras acciones deben basarse a partir de qué planeta queremos dejarles a los que se quedan. También resulta fundamental que seamos una generación que se está volviendo más consciente con el uso de los recursos y el ahorro de energía.

La visión de los jóvenes rurales y la de los propietarios rurales dista mucho entre ellos; los jornaleros jóvenes dicen “oye, yo tengo 3 becas”; pero la visión de los propietarios es “yo no tengo becas, entonces voy a hacer más productivo mi campo, ¿cómo le hago?” No te estoy pidiendo dinero, me ofreces una oportunidad, pero ¿qué conlleva ésta? Yo ya genero dinero, tengo una producción, antes de que tú vinieras a buscarme para unirme; ¿juntos qué vamos a hacer?, tú tienes tu cultivo, yo el mío, ¿pero juntos hacia dónde vamos?

En ese sentido, los jóvenes propietarios rurales sí tienen ese sentido de pertenencia, lo ven como un legado; lo ven como una ruta que deben continuar y que sus antecesores trazaron. Ésa es precisamente la diferencia entre un joven rural jornalero y un joven rural propietario. Hay un sentido de pertenencia y trabajo muy marcado; tengo un legado, de productividad, pero hay una batalla interna porque no tengo un reflejo económico de ello.

Los jóvenes propietarios no buscan una política pública paternalista, sino una política pública sustentable en lo productivo. Por el contrario, lo que sí sucede en el sector de los jornaleros es que buscan cada vez más paternalismo, con lo cual los propietarios tienen que solventarles cada vez más, porque en ellos aumentan sus exigencias. Los jóvenes propietarios tienen un sentido de continuidad y pertenencia, pero se encuentran con que no tienen la certeza de que esto irá a buen puerto. Por eso estamos aquí para apoyarlos y hacer una unión de fuerza entre todos.

Derivado de una baja de 9.3% en la superficie cosechada de granos y oleaginosas, la producción es menos contra el año pasado en 20.7%.