Para esta edición, AGROMUNDO, LA VOZ DE LA CNPR, entrevistó a cuatro de las dirigentes de nuestras Federaciones Estatales y Uniones Nacionales, con el propósito de conocer un poco de su historia de vida, los principales retos que han enfrentado en nuestro sector, cómo se convirtieron en productoras, para finalmente compartirnos el proceso con el que han construido sus liderazgos.

El 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer, que para el 2025 la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha invitado a usar el lema: “Para TODAS las mujeres y niñas: Derechos. Igualdad. Empoderamiento”. En las últimas décadas, la nueva generación de mujeres ha tenido el reto de cerrar la brecha para lograr la igualdad y la equidad en el ejercicio pleno de los derechos políticos, económicos y sociales. Nuestro propósito: ¡inspirar a más mujeres a asumir liderazgos en nuestro sector!
Denise Eugenia Chagoya Jacinto
Vive en Oaxaca y es productora de agave y mezcal. Es quinta generación de mezcaleros y orgullosamente primera generación de mujeres en el mezcal. La familia Chagoya es referente en la industria del agave mezcal, pero no se estilaba que las mujeres se dedicaran a esta actividad. Recientemente, ha asumido el liderazgo de la Unión Nacional de Agave-Mezcal, dando una visión fresca e innovadora a las productoras y los productores de las regiones productoras de agave.
¿Quién fue tu inspiración para trabajar en el sector agropecuario?
Lamentablemente mi papá falleció, dejando maguey sembrado en Tlacolula de Matamoros (Oaxaca). Para poder cosecharlo, mi padrino Porfirio Chagoya, el hermano mayor y patriarca de la familia de mi papá, así como su hijo, mi primo Raymundo, me apoyaron para integrarme a este mundo totalmente dominado por hombres.
Ellos me llevaron de la mano en temas de siembra, manejo y cosecha del agave, así como en la producción y comercialización del mezcal, impulsándome para seguir a pesar del rechazo de los hombres, que al verme joven y mujer, se resistían a mi inclusión.
Su respaldo fue fundamental para no desistir.
¿Cómo ha sido el camino para una líder femenina hasta el día de hoy?
Tuve la oportunidad de convivir con productores de diferentes regiones. El común denominador era la mujer que había detrás. Esposas, hijas, madres, abuelas, primas. Nunca daban la cara, pero sabían hacer mezcal, trabajaban desde la semilla hasta el envasado, casi todos los procesos productivos. Sin embargo, no había un reconocimiento como productoras o maestras mezcaleras.
Empezamos a intercambiar experiencias, sueños, dificultades y éxitos. Estrechamos lazos movidas por la idea de que juntas seríamos visibles. Formamos un grupo inicial de 15 mujeres, después 25 y firmamos un Acta Constitutiva como Mujeres del Mezcal. Después la voz se fue corriendo entre hermanas, comadres o amigas y más se fueron integrando.
Actualmente somos 230 mujeres en toda la cadena productiva en Oaxaca y nuestra fortaleza es la unión. Nuestro lema a seguir es que “siempre hemos estado presentes en la cadena productiva agave mezcal y ahora juntas somos visibles”.
En un sector donde se encuentra una gran presencia masculina, ¿cuáles son los prejuicios que has superado para ser líder?
El sector agave mezcal es sumamente delicado. Al tener una bebida alcohólica, a las mujeres que trabajamos en él nos estigmatizan como “borrachas” “irresponsables” y, al estar en contacto con tantos hombres, incluso nos insultan y faltan al respeto el resto de las mujeres. En el campo no te puedes pintar las uñas, no usas vestido.
Nos critican de fuera por no ser suficientemente femeninas. Nos critican al interior porque los hombres no están acostumbrados a darnos el reconocimiento. Algunos agaveros se refieren a nosotras como “revoltosas”, “desobedientes” o “alzadas” por asumirnos como parte de la cadena.
¿Cuáles son los rasgos distintivos de los liderazgos femeninos?
Los liderazgos femeninos tienen en común “hacer comunidad”. Buscamos apoyo tanto de hombres como mujeres, aceptamos ayuda y consejo de gente que sabe más que nosotras, siempre abiertas a mayor aprendizaje.
¿Cómo podemos promover más el liderazgo de las mujeres en México?
Para que haya más mujeres líderes es importante la educación, para acceder a puestos más altos, mejores ingresos. Las mujeres nos preocupamos y ocupamos más en nuestra familia y en el futuro; al tener resuelta la parte económica, es más fácil asistir a reuniones en grupo y compartir las oportunidades que surjan.
En mi opinión, tener a una mujer en la presidencia de nuestro país ha ayudado a que más mujeres aspiren más alto. Sobre todo, para que haya más mujeres líderes, se tiene que trabajar en la autoestima para que se la crean, hagan equipo y se apoyen unas a otras. Sólo creciendo juntas llegaremos más lejos.
Marcela Vázquez Tello
Es productora en el Municipio de Técpan de Galeana, Guerrero. Su inquietud para ser parte de la actividad agrícola nace de un proyecto familiar de biorremediación de los suelos y de agricultura orgánica. Actividad que la lleva a ser parte de la cadena productiva de un cultivo virtuoso y estratégico para el sector agroalimentario: el cocotero. Adicionalmente, es presidenta de la Unión Nacional de Productores de Coco de nuestra Organización, trabajando programas sociales enfocados principalmente a mujeres, como “Mil Hectáreas, Mil Mujeres” en el estado de Guerrero.
¿Quién te inspiró a trabajar en el sector agropecuario?
Mis padres, mi hermano, mi familia que siempre de una u otra manera estuvo relacionada con el sector y por el amor al campo, sentimiento que compartimos la mayoría de los mexicanos.
¿Cuál ha sido tu experiencia como líder femenina?
Provengo de una familia progresista, lo que me permite desarrollarme sin considerar las cuestiones de género como una limitante. Pero debo admitir que en el sector agropecuario seguimos siendo pocas las mujeres que nos encontramos representando a grupos de productores.
¿Cuáles son los prejuicios que has tenido que enfrentar para ser líder en un sector de mayoría masculina y machista?
A pesar de la apertura y de los espacios en los que ahora hay oportunidad, frecuentemente se considera que las mujeres no tenemos la capacidad para responder a las exigencias que te impone la representación como líder de productores. Pero esto desde mi punto de vista es un gran error, porque además a las mujeres nos mueve el principio de equidad y la búsqueda de la justicia. La mujer es un líder nato. Desde de pequeñas empiezan a ejercer funciones de liderazgo en sus propias familias y posteriormente en su trabajo y comunidad.
¿Qué define a los liderazgos femeninos?
Considero que las mujeres somos tenaces, solidarias y altamente responsables, lo que se refleja en su liderazgo.
¿Qué sugieres que podamos hacer para impulsar más el liderazgo de las mujeres?
Las mujeres líderes ahí están en nuestro territorio, trabajando todos los días en sus cultivos, en sus regiones. Lo que se requiere es mayor visibilidad y convocarlas a la participación en foros que difundan su experiencia y se pueda incorporar para establecer políticas públicas más apegadas a las necesidades actuales del campo. Y esto debe ser un compromiso de quienes estamos en alguna posición de liderazgo; convocar a la participación de jóvenes y mujeres en el sector agropecuario.
Marisol Herrera Ortiz
Presidenta de la Federación Estatal de Propietarios Rurales de Aguascalientes. Nativa de ese estado, creció en una familia originaria de los municipios de Asientos y El Llano. Actualmente radica en el municipio de El Llano y se dedica a la producción de ganado menor a pequeña escala de cerdos y ovinos, así como de ganado mayor de las razas charoláis y limousine. Su abuelo paterno se dedicó a la producción de granos y ganado y sus padres son maestros rurales, además de ser productores. Su padre, don José Manuel Herrera, se dedicó durante varios años a la engorda de ovinos, inculcándonos desde muy pequeños a todos en la familia el amor por el campo.
¿Quiénes te inspiraron para trabajar en este sector?
Mi abuelo y mi padre, crecí con las labores cotidianas que se desprenden de la siembra y el ganado. Además de que actualmente comparto ese gusto con mi pareja.
¿Qué podrías compartirnos de tu aprendizaje como líder?
Ha sido una lucha continua, llena de retos, incertidumbre ante las inclemencias del tiempo, pero también llena de incontables alegrías y amor.
Dada la gran presencia masculina en este ramo, ¿cuáles son los prejuicios que se han interpuesto en tu trabajo?
No sé por dónde empezar… nuestras costumbres y tradiciones tan arraigadas complican nuestro andar, sin embargo, la constancia, el trabajo continuo, y el hecho de saber hacer las tareas, me permite la habilidad, pero sobre todo el conocimiento y la experiencia para el manejo de las actividades y tareas diarias en el rancho.
¿Qué características distinguen a los liderazgos femeninos?
Sin lugar a duda, puedo mencionar que somos más organizadas, previsoras, y manejamos mejor las situaciones críticas.
¿Qué hace falta para promover más el liderazgo de las mujeres en México?
Dando mayor difusión y reconocimiento a la importancia del trabajo que realizamos las mujeres en este sector. Nuestra contribución, como en todos los sectores, es importante y éste no tiene por qué ser una excepción.
Olivia Reyes Hernández
Presidenta de la Unión Nacional de Productores de Papaya, radica en el municipio de Soledad de Doblado, Veracruz. Además de ser productora de papaya, incursiona en el cultivo y comercialización de limón y granos básicos en su estado. Es productora, mamá y comercializa insumos y fertilizantes.
¿De quién te has inspirado para trabajar en el campo?
La mayor parte de mi familia se dedica al sector agrícola, mi papá es productor de papaya, de granos y ganadero; mi abuelito materno produce caña, maíz, tomate y picosos. Provengo de una familia de productores y agricultores, lo que hizo que me interesara por el campo y amara producir alimentos y alimentar al mundo. Recuerdo desde pequeña a mi abuelito paterno, quien me llevaba junto con una prima a tomar ponche al rancho, sembrar serranos y cosecharlos. No se me olvida cuando salía tan contenta de casa para traer alimentos; desde pequeña quise marcar la diferencia.
En el medio agrícola inicié con la comercialización de insumos y fertilizantes agrícolas en 2007, con apoyo de un tío y mi familia, especialmente con mi madre y mi hermana, buscando asesorar a productores de papaya, hortaliza, limón, maíz, caña y otros cultivos, con alternativas sustentables, nuevas moléculas, manejos y rentabilidad, siempre centrada en innovar. También inicié mi faceta en la producción agrícola con chile habanero, pepino y papaya, y me gustó tanto que aquí me quedé. Junto con mi hermano y mi esposo hemos hecho un gran equipo, apoyándonos para que todo esto funcione. También han sido mi inspiración mis padrinos de bautizo y tíos, a quienes admiro por todo su esfuerzo y trabajo.
¿Cómo ha sido tu camino para llegar a ser una líder?
No ha sido tan fácil. Mis inicios se dieron en la lucha de un medio dominado cien por ciento por hombres; era muy raro que una mujer estuviera en un lugar de liderazgo, siempre me decían: “dile a tu patrón o avísale a tu jefe”. Ha sido un sector en donde se pensaba que, por ser mujer, no se tenía el conocimiento y no era tan fácil ganar la confianza. Sin embargo, con trabajo me he ganado mi lugar en mi medio.
En la actualidad, hay más mujeres en el sector, aunque tenemos que seguir trabajando duro para demostrar nuestra capacidad de liderazgo, y que somos un muy buen complemento a la figura masculina. Por eso debemos ser las mejores en lo que hacemos.
¿Cuáles son los desafíos que has experimentado para ser líder?
Los prejuicios superados en temas de género, demostrar que como mujer sabemos hacer las cosas, nos esforzamos, que ganamos honradamente y por capacidad de trabajo y conocimiento, no por el hecho de ser mujer.
¿Qué aspectos enmarcan los liderazgos femeninos?
Hay mucho que decir de esto, pero considero que somos protectoras, luchamos por un bien común, somos muy persistentes, jamás nos rendimos, amamos todo lo que hacemos y lo hacemos con el corazón.
¿Cómo fomentarías más el liderazgo de las mujeres en México?
Con educación, sin duda debemos educar muy bien a nuestras hijas para que sepan lo que quieren, luchen por sus metas y busquen ser las mejores en lo que realizan. Además, tenemos la obligación de inspirar a más mujeres para asumir y reconocer su lugar desde cada trinchera, buscando su seguridad personal y emocional, y siempre capacitarse.